"Breivik. Comandante. Implicado en la resistencia anticomunista. La operación ha sido cumplida y me entregaré a la fuerza Delta". Estas son algunas de las palabras con las que el extremista noruego anunció a la policía que acababa de cometer una matanza, informó el miércoles un diario.
Tras abrir fuego contra un campamento de verano de las juventudes laboristas noruegas en la isla de Utoya, que causó 69 muertos, el autor confeso, de 32 años, llamó al número de emergencias de la policía, el 112, y pronunció estas palabras, según el tabloide Verdens Gang (VG).
La llamada tan sólo duró tres segundos, añadió el rotativo, que precisa que los intentos de la policía por encontrar a Anders Behring Breivik fracasaron.
"Recibimos una llamada desde el teléfono de Behring Breivik pero no tenemos confirmación de que era él", declaró a la AFP Henning Holtaas, un portavoz de la policía de Oslo.
"Tampoco podemos confirmar lo que dijo", añadió el responsable.
Según VG, la policía no ha encontrado el teléfono móvil del extremista en la isla, información que Holtaas no quiso comentar.
El 22 de julio, la policía tardó una hora en detener a Behring Breivik -mediante una fuerza de intervención especial llamada Delta- desde que empezó a recibir las primeras llamadas de personas en Utoya alertando del tiroteo.
Una hora y media antes de iniciar la matanza en la isla, el autor confeso de los hechos, que se declara en una cruzada contra el islam y el multiculturalismo en Europa, accionó una bomba situada en un camioneta aparcada cerca de la sede del gobierno, causando ocho muertos