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miércoles, 3 de agosto de 2011

Cuba: EE UU al borde de la bancarrota apueba 20 millones para la subversión en la isla

AP) — Cuba consideró incongruente que Estados Unidos actualmente sometido a una fuerte presión financiera y al borde de la bancarrota aprobará 20 millones de dólares para programas de apoyo a la democracia en la isla.
 
“No importa que EE UU esté en quiebra: Obama aprueba otros 20 millones para la subversión en Cuba”, expresó el titular de una nota del portal oficial Cubadebate.

El senador estadounidense Patrick Leahy, demócrata por Vermont, anunció la víspera que había levantado su decisión de bloquear el dinero que el Departamento de Estado había designado para promover la democracia en la isla, programas que no son aprobados por el gobierno cubano.

“El fin de la controversia (por el dinero), en medio del melodramático debate para subir el techo de la deuda en Estados Unidos, permitirá que el gobierno de Obama invierta 20 millones de dólares en esos programas subversivos“, indicó el artículo.

Estos proyectos que la administración estadounidense tiene para la isla quedaron en el tapete luego de que Cuba arrestara en 2009 –y sentenciara en 2011– al contratista Alan Gross.

Gross, de 62 años, fue condenado a 15 años de prisión acusado de cometer delitos en contra de la seguridad del Estado, al intentar ingresar clandestinamente equipos de telecomunicaciones a nombre de la empresa Development Associates International, una firma que presta servicios a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

Los equipos, según Washington, serían utilizados en iniciativas pro democracia y se los entregaría en especial a la comunidad judía de Cuba, pero las autoridades de la isla aseguran que estos proyectos buscan crear y financiar una oposición artificial en Cuba para lograr cambios en su sistema político.

Gross actualmente realiza una apelación ante el Tribunal Superior de la isla.

El programa Cuba, establecido en 1996, ha estado sujeto a investigación por reportes que sugieren que los receptores de la ayuda emplearon inadecuadamente los fondos y que el gobierno de Estados Unidos hizo una escasa supervisión.