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sábado, 4 de febrero de 2012

ECONOMIA


El Ibex cierra la semana con un avance del 2,36% tras una jornada de titubeos

La Bolsa española cerró con un avance del 1,01% en su principal indicador, el Ibex 35, una sesión de oscilaciones al alza y a la baja respecto a su cierre del jueves. Tras abrir con pérdidas, aún se situó por debajo de su anterior cierre en dos momentos de la jornada, con retrocesos inferiores al 1%. Acabó en 8.861,2 puntos, con lo que recupera niveles que no alcanzaba desde finales de octubre, con un avance del 2,36% en la semana.
Los valores con mayores avances hoy han sido Mediaset (5,54%), Amadeus (4,57%) e Indra (3,35%). Inditex, Abengoa y Bankia han sido los únicos en finalizar con perdidas: 0,47%, 0,46% y 0,28%, respectivamente Los inversores parecen haber digerido la reforma del sector bancario obligatoria que ayer anunció el ministro de Economía, Luis de Guindos. El proceso obligará a las entidades a dotar provisiones por importe de 50.000 millones de euros y, en algunos casos, a fusionarse entre sí.
Las cotizaciones bancarias, tras registrar titubeos y rozar las pérdidas en algún momento, acabaron, con la excepción de Bankia, por encima de sus anteriores cierres. BBVA ha subido un 2,01%, Santander un 1,92%, Bankinter un 0,57%, Popular un 0,49% y Caixabank un 0,13%. Sabadell ha cerrado sin cambios.
En Europa, los mercados se anotaron su mayor alza semanal desde el pasado diciembre. El indicador Euro Stoxx 50 acabó el día en 2.515,15 puntos, con una aumento del 3,22% desde el lunes. Las principales plazas, que en los últimos días se han visto impulsadas por los indicadores macroeconómicos que apuntan a una recuperación de la actividad industrial en Estados Unidos, China y Europa, registraron moderados avances en la sesión de hoy. Londres ha subido un 1,81%%, París un 1,52% y Fráncfort un 1,67%%. Milán, tras caer en números rojos buena parte del día, conseguía avanzar un 1% al final del día.
La incertidumbre que aún pesa sobre el desenlace final del esperado acuerdo de canje de la deuda griega está lastrando el influjo positivo de otros factores, como el dato final del indicador de gestores de compras (PMI) de la eurozona, que mide la actividad industrial. Hoy se ha sabido que en enero se situó en 50,4 puntos, frente a 48,3 en diciembre, por primera vez desde agosto por encima del nivel que refleja expansión y no contracción. El desglose por países muestra un máximo de siete meses en Alemania y de cinco meses en Francia. Italia, España e Irlanda siguen por debajo del citado nivel de 50 puntos y, por tanto, en declive.
La prima de riesgo de la deuda española, diferencia de rentabilidad que se exige al bono a 10 años español respecto al alemán, empezaba el día en 308 puntos básicos y subía hasta casi 315 a finales de la mañana para luego ceder hasta 305,53.
La nube griega también ha atemperado hoy la noticia de que el empleo creció más de lo previsto en enero en Estados Unidos: se crearon 243.000 puestos de trabajo, muy por encima de lo previsto, el mayor aumento desde abril. La tasa de paro quedó en el 8,3%, su nivel más bajo desde febrero de 2009, lo que alimenta las dudas sobre si la Reserva Federal. El indicador ISM de servicios en enero registró su mayor avance en un año.
La noticia de empleo en Estados Unidos devolvió al euro a la senda bajista de días anteriores, derivada de la dilación del esperado anuncio de reestructuración de la deuda griega. En las últimas horas de la tarde se intercambiaba a 1,3107 dólares, frente a los 1,3144 del inicio de la jornada.
Los operadores del mercado de divisas anticipan una nueva intervención de las autoridades niponas para enfriar el alza del yen, que ha llegado a cotizar a 76,14 dólares, tras iniciar la sesión en 76,22, y se aproxima a su máximo desde la II Guerra Mundial, que marcó el 31 de octubre al tocar los 75,35 dólares. Al final de la jornada se cambiaba a 76,54.
El ministro de Finanzas japonés, Jun Azumi, aseguró hoy que se tomarán medidas decisivas para debilitar el yen si fueran necesarias, puesto que su cotización no refleja los datos económicos fundamentales y los bajos tipos de interés en Estados Unidos incitan a la compra especulativa de yenes.