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domingo, 11 de septiembre de 2011

Cómo preparar a los niños para la vuelta al colegio

Al llegar el mes de septiembre finalizan las vacaciones escolares y muchas familias viven un nuevo desafío: la vuelta al cole de los más pequeños. Para otras, en cambio, es la primera escolarización de su hijo. Y al igual que les pasa a los mayores, a los niños también puede que les cuesta habituarse al cambio. Por ello, los expertos ofrecen cada año por estas fechas una serie de recomendaciones para ayudar a los padres y facilitar la adaptación del niño a esta nueva etapa en el colegio.

En este sentido, los pediatras recuerdan que no son pocos los padres que, muy ocupados por su trabajo y sus propias obligaciones, están deseando -un tanto desesperados- que se inicie de nuevo el curso escolar, porque el verano se ha hecho un poco largo. De la misma forma, muchos alumnos desean volver a coincidir con sus compañeros de clase.

Todo esto se traduce en que llega, de nuevo, el momento en que los padres han de ejercer como tales y empezar a poner las “nuevas” normas e ir dejando de lado algunos de los hábitos vividos durante el verano. Hay que ir preparando a los hijos para la vuelta a su rutina.

Y es que, las vacaciones han permitido a los niños estar más relajados, sin prisas para irse a la cama, sin tener que madrugar, pudiendo olvidarse de estudios, deberes y otras obligaciones. Ahora, con la vuelta al colegio, hay que pedir y colaborar en el esfuerzo de adaptación para asumir los cambios y poder volver a la rutina anterior, es decir, al paso a las actividades (menos lúdicas y más serias) que impone el curso escolar.

Implantar horarios
Entre las primeras medidas a tomar los pediatras señalan que es muy positivo, para hijos y padres, volver a instaurar hábitos y horarios con el fin de dar orden y sentido a su vida. Los horarios son uno de los aspectos fundamentales para una buena adaptación del niño al colegio, al horario escolar, siendo conveniente que se pongan en marcha unos días antes de que llegue el primer día de su escolarización y, a poder ser, de mutuo acuerdo.

A este respecto, recuerdan que la hora del despertar de cada mañana es uno de los momentos que más conflictos provoca. Por ello, afirman que “éste se debe ir instaurando de forma progresiva”, para que el organismo se vaya acostumbrado al nuevo despertar dos o tres días antes del comienzo. Y, claro ésta, muy relacionado con el despertar, está la hora en que se han de ir a la cama. Puede ser útil indicarles a los hijos que se acuesten, o acostarlos, cada día un poco antes para que se levanten por la mañana con el tiempo necesario para asearse, desayunar, e ir al cole.

Otros horarios que han que recuperar son los relacionados con las comidas y con el posible exceso de televisión, uso o abuso de videojuegos, Internet, etc. Una vez se ha iniciado el curso es conveniente acordar, y en los adolescentes negociar, los horarios de estudio y descanso en casa. Se hace necesario crear un ambiente de estudio tranquilo, con silencio, respetando la necesidad de cada cual.

Por otro lado, los expertos recuerdan la importancia de mantener una alimentación completa y variada. Hay que comer de todo, y el día debe empezar con un desayuno completo, ya que existen estudios que relacionan la falta de rendimiento escolar en aquellos alumnos que no desayunan o lo hacen de forma insuficiente. “Es un hábito que nunca se debe perder y, si se ha relajado esta costumbre, es buen momento para retomarla positivamente. No se deben perder comidas, ni comer más de la cuenta.

Asimismo, no hay que olvidar la necesidad de realizar alguna actividad física cotidiana. Por ello, se puede incluir la práctica de algún deporte que ayudará a estar en forma, tanto a nivel de cuerpo como de mente.

Paciencia y tranquilidad
Los cambios se extienden también al contacto con nuevos profesores, el conocimiento de nuevos compañeros, las nuevas asignaturas y, en ocasiones hasta un aún nuevo colegio. Según los pediatras, “siempre va a ser más fácil para los hijos si tienen el apoyo del binomio padres-educadores y éstos transmiten una impresión positiva de lo que representa la vuelta al colegio”.

De la misma forma que en los adultos se plantea el famoso síndrome postvacacional al volver a sus puestos de trabajo, los niños pueden llegar a tener cierto nerviosismo y estado de ansiedad cuando les toca volver al colegio….y no digamos si es la primera escolarización. Los niños mayores, o sea los "veteranos", y aquellos que están deseando volver y ver a sus amigos, no suelen dar ningún problema.

En una o dos semanas la mayoría de los alumnos se suelen adaptar a la normalidad escolar, partiendo del supuesto de que tanto el ambiente escolar como el familiar sean adecuados. Pero hay algunos alumnos que van a tardar algo más. “Con éstos hay que tener paciencia y tranquilidad, sin exigirles mucho y ofrecerles algo más de margen de tiempo para recuperar el ritmo, ya que cada niño tiene su medida del tiempo. Siempre hay que evitar las dichosas comparaciones”, apuntan los expertos.

Asimismo, recuerdan que durante las primeras semanas se suele organizar la programación de las actividades extraescolares que los hijos van a realizar este curso. Siempre se recomienda que se piense en el hijo, y con la cabeza; hay que hacer un uso responsable de este esfuerzo extra (idiomas, deporte, informática,…) y pensar que ellos necesitan tiempo para descansar y para jugar, no sobrecargándoles de obligaciones. Los padres no se deben plantear el desarrollo de estas actividades como una carrera contra reloj.

Prevenir el dolor de espalda
A partir de los 10 años aumenta el riesgo de que los niños sufran dolor de espalda. A los 15 años, más del 50 por ciento de los niños y casi el 70 por ciento de las niñas lo ha tenido alguna vez en su vida. Padecerlo a esas edades aumenta el riesgo de sufrirlo de manera crónica y padecer limitaciones de adulto.

De ahí la importancia de aplicar medidas preventivas comprobadamente eficaces antes de esa edad, tal y como han expuesto desde la Organización Médica Colegial (OMC) y la Fundación Kovacs que, coincidiendo con el inicio del curso académico, han puesto en marcha una nueva campaña de promoción de la salud pública para prevenir dolencias de espalda en los escolares y reducir el impacto de sus consecuencias. "Estamos ante un problema importante que afecta a buena parte de nuestros escolares y que puede llegar a ser crónico, condicionado su desarrollo y vida posterior, pero evitable con medidas sencillas, eficaces y de bajo costo", asegura el presidente de la OMC, el doctor Juan José Rodríguez Sendín.

"Es necesario -asegura- la adopción de medidas antes de que el problema aparezca o de que aumente. Y a la medicina preventiva se le deben aplicar las mismas exigencias científicas y éticas que al resto de la medicina. Debemos incidir en medidas preventivas eficaces, desterrando aquéllas que además de suponer un gasto económico no hayan demostrado su eficacia. En un momento de crisis económica tan grave, el despilfarro de recursos constituye un déficit ético importante, tal como contempla nuestro actual código ético", asegura el presidente de la OMC.

El ‘Tebeo de la Espalda’, diseñado y dibujado por el ilustrador Adolfo Arranz, enseña a los escolares las medidas que han demostrado científicamente ser eficaces para prevenir el dolor de espalda, entre las que se encuentra saber que el peso de la mochila que transporte el escolar no debe superar el 10 por ciento de su peso corporal.

Por ello, lo ideal sería reducir el peso de la carga que transportan los escolares y la duración de su transporte, mediante la instalación de taquillas en los colegios o fraccionado en varios volúmenes los libros de texto. Pero si el niño debe cargar el material escolar, lo mejor es que la espalda no soporte ese peso. Una mochila con ruedas es una buena alternativa. Si la mochila es de tirantes, lo mejor para los niños -a diferencia de los adultos- es situarla relativamente baja, en la zona lumbar o entre las caderas, y llevarla sujeta tan cerca del cuerpo como sea posible, sujeta con un cinturón de manera que no se bambolee.

Asimismo, esta campaña destaca cómo la actividad física y el ejercicio son indispensables para que la columna vertebral adquiera su forma definitiva y tienen un efecto positivo para la prevención y tratamiento del dolor de espalda. El sedentarismo dificulta el desarrollo óseo normal de la columna vertebral, conlleva la pérdida de fuerza y resistencia muscular y hace que la espalda sea más vulnerable al exceso de carga. Además, recuerda que los niños que practican deporte a nivel competitivo han de seguir a rajatabla los consejos de sus entrenadores y médicos.

Por otro lado, los expertos explican que el dolor de espalda no se debe normalmente a ningún problema serio, pero conviene ir al médico si dura más de 14 días o se repite periódicamente. En esos casos, cuanto antes se actúe, mejor. Si se sufre dolor de espalda, el reposo en cama es inútil y perjudicial. Por el contrario, conviene evitarlo y mantener el mayor grado de actividad que permita el dolor. De hecho, el reposo en cama prolonga el episodio doloroso y facilita que se repita. Por eso conviene evitarlo y, si en algún momento es necesario, acortarlo tanto como sea posible y asegurar que dure menos de 48 horas; a partir de entonces, acelera la pérdida de fuerza y tono muscular.

Otras recomendaciones
Con motivo del inicio del curso escolar 2011-2012, la Asociación Española de Productos Para la Infancia (Asepri) también ha querido recordar una serie de medidas importantes para que nuestros hijos tengan un feliz y sano regreso a las aulas. En esta línea, el presidente de esta entidad, Vicente Mompó Buchón, ha apuntado que en época escolar son frecuentes las transmisiones de gérmenes e infecciones, por lo que ha advertido a los padres sobre la importancia de la utilización de productos y accesorios específicos que previenen los contagios.

"Debemos tener en cuenta que el sistema inmunitario de los niños es inmaduro y hay que tomar medidas para asegurar la salud y la higiene de los más pequeños", ha señalado Mompó, quien también ha recordado la existencia en el mercado de prendas bactericidas y funguicidas que reducen en un 70 por ciento las colonias de bacterias y hongos. Asimismo, para el inicio del curso escolar, ha subrayado que se debe tener en cuenta la ropa que se adecue a las necesidades del niño. En esta línea, ha apuntado a prendas de fibras naturales, ligeras, cómodas y que permitan la autonomía de los menores.

En este sentido, Mompó ha recomendado el uso de productos españoles de moda infantil, así como el calzado infantil español ya que "se adapta a cada etapa de crecimiento de los menores, es de calidad, seguro, además de apostar por el diseño y la innovación. En la actualidad, el sector español de la infancia está entre los más reconocidos por los consumidores europeos por sus cualidades".

En referencia al calzado, Asepri ha insistido en la importancia de escoger zapatos adecuados para la etapa escolar "con el fin prevenir futuros problemas en el desarrollo de los pies". En este sentido, ha recalcado que los zapatos deben ser cómodos, de materiales de calidad, traspirables y que sujeten bien el pie. Al respecto, ha indicado que destaca también la necesidad de acertar en la talla del zapato de manera que no quede ajustado ni grande ya que, en este último caso, puede producir torceduras o caídas por falta de sujeción.

Según ha apuntado, el calzado debe ser de fibras naturales, de piel o lona que permita la transpiración para evitar las irritaciones y la aparición de hongos. Asimismo, es recomendable que tenga las suelas antideslizantes y material flexible que no impida sus movimientos. Asimismo, aconseja no usar cada día los mismos zapatos y no utilizar calzado prestado o heredado.

SALUDALIA