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lunes, 26 de marzo de 2012

El caso Trayvon Martin revive el “código de los hombres negros”

 AP) — Pensé que mi hijo sería mucho mayor cuando llegase el día en que tenía que hablarle del Código de los Hombres Negros. Tiene apenas 12 años y todavía duerme con animales de peluche y le tiene miedo a la oscuridad. Pero después de la tragedia de Trayvon Martin, tengo que explicarle a mi hijo que alguna gente puede asustarse al verlo.

Estábamos en el auto, camino a la escuela, cuando se difundió la noticia de la muerte de Martin por la radio. “El tipo que lo mató tendría que ser arrestado. ¡El chico muerto no estaba armado!”, expresó mi hijo al escuchar que el vigilante barrial George Zimmerman decía que había actuado en defensa propia al balear a Martin en Sanford, Florida.

Escuchamos el resto de la historia, la descripción de cómo Zimmerman vio a Martin, quien tenía 17 años, caminando a la salida de un negocio en una noche lluviosa, con la capucha de su sudadera en la cabeza. Cuando terminó el relato, apagué la radio y le dije a mi hijo las reglas que tiene que seguir para evitar ser otro Trayvon Martin, un muchacho negro que Zimmerman consideró “sospechoso”, “listo para cometer fechorías”.

Le expliqué el Código:
Presta atención a lo que sucede a tu alrededor, hijo, especialmente si estás en un barrio donde hay pocos negros.

Tienes que comprender que, por más que no seas un delincuente, alguna gente puede pensar que sí lo eres, especialmente si tienes ciertas ropas.

Nunca discutas con la policía, pero protege tu dignidad y enorgullécete de tu humildad. Si te para alguien con una chapa o con un arma, no huyas, no te pelees ni hagas nada con tus manos que no sea levantarlas.

Por favor no pienses, hijo, que todos los blancos te consideran una amenaza. Las sospechas y la amargura pueden encadenarte. Pero por ser negro, debes hacer un esfuerzo por demostrarle a los extraños el tipo de persona que eres realmente.

Yo no era el único recitándole estas instrucciones a mi hijo. En todo el país esta semana los padres le hablaron a sus hijos, especialmente a sus hijos negros, sobre el Código. Es algo que va de generación en generación, una tradición oral que va evolucionando y que viene de los días en que un comentario al pasar podía costarle a un negro su trabajo, su libertad y, a veces, su vida.

Luego de la muerte de Trayvon Martin, Al Dotson Jr., un abogado de Miami y presidente de la organización 100 Black Men of America, le dijo a su hijo de 14 años que siempre debe estar pendiente de lo que pasa a su alrededor y de que alguna gente puede verlo de otra manera “porque tiene la suerte de ser afro-estadounidense”.
 
Dotson, quien tiene 51 años, recuerda haber recibido esas instrucciones de joven y de haberlas visto evolucionar con el paso del tiempo.

Sus abuelos le dijeron que cuando lidiase con la autoridad, dejase en claro que no representa amenaza alguna y asumiese una actitud casi sumisa. Posteriormente los padres le dijeron que respondiese respetuosamente y no fuese combativo.

Hoy Dotson le dice a sus hijos que sean siempre respetuosos, pero que no deben tolerar que les falten el respeto, recomendación que en la era de sus abuelos hubiera sido inaceptable.

De todos modos, Dotson teme por sus hijos, “que no comprendan quiénes son y dónde están, y no sepan responder al ambiente en que se encuentran”.

Bill Stephney, ejecutivo de medios de prensa que vive en un suburbio de Nueva Jersey mayormente blanco y asiático, tiene dos hijos, de 18 y 13 años. La muerte de Martin le dio la oportunidad de reiterarles una vieja lección: Los hombres negros pueden estar en la mira, de modo que “debes saber cómo manejarte según la situación”.