EFE-La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) va a presentar una denuncia por la venta en 2007 al régimen de Muamar al Gadafi de un sistema de espionaje por internet de los libios por la compañía francesa Amesys, filial del grupo informático Bull, con la colaboración de las autoridades del país.
La emisora de radio "France Info" avanzó hoy que la denuncia, que se debe materializar esta misma mañana "contra X" (sin identificar un presunto responsable) y con la FIDH constituyéndose en acusación particular, presenta el cargo de "complicidad en torturas y otras penas o tratamientos crueles inhumanos o degradantes".
En concreto, considera que la tecnología de Amesys permitió a Gadafi espiar a ocho millones de libios entre 2008 y 2011.
El centro de la querella es la venta por la empresa francesa en 2007 de un sistema de interceptación de comunicaciones, llamado Eagle, asociado al programa informático Glint, que permite grabar descodificar, almacenar y distribuir comunicaciones por internet, por satélite o por teléfono fijo o móvil.
Para la FIDH, los dirigentes de Amesys no podían ignorar al comercial con Libia que lo estaban haciendo con un régimen como el de Gadafi, que no respetaba los derechos básicos de su población.
Además, estima que el Estado francés también participó en el contrato al ofrecer asistencia técnica y de formación a las autoridades del régimen libio ahora derrocado.
La querella es resultado del trabajo de investigación de periodistas del diario "The Wall Street Journal" que recuperaron en el antiguo centro de vigilancia de las comunicaciones de Gadafi documentos de Amesys, y en particular manuales de utilización de su sistema de escuchas a gran escala.
La emisora de radio "France Info" avanzó hoy que la denuncia, que se debe materializar esta misma mañana "contra X" (sin identificar un presunto responsable) y con la FIDH constituyéndose en acusación particular, presenta el cargo de "complicidad en torturas y otras penas o tratamientos crueles inhumanos o degradantes".
En concreto, considera que la tecnología de Amesys permitió a Gadafi espiar a ocho millones de libios entre 2008 y 2011.
El centro de la querella es la venta por la empresa francesa en 2007 de un sistema de interceptación de comunicaciones, llamado Eagle, asociado al programa informático Glint, que permite grabar descodificar, almacenar y distribuir comunicaciones por internet, por satélite o por teléfono fijo o móvil.
Para la FIDH, los dirigentes de Amesys no podían ignorar al comercial con Libia que lo estaban haciendo con un régimen como el de Gadafi, que no respetaba los derechos básicos de su población.
Además, estima que el Estado francés también participó en el contrato al ofrecer asistencia técnica y de formación a las autoridades del régimen libio ahora derrocado.
La querella es resultado del trabajo de investigación de periodistas del diario "The Wall Street Journal" que recuperaron en el antiguo centro de vigilancia de las comunicaciones de Gadafi documentos de Amesys, y en particular manuales de utilización de su sistema de escuchas a gran escala.