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jueves, 5 de enero de 2012

Brasileños baten récords de viajes y compras en Estados Unidos y Europa


Joyas, iPads, productos de belleza, ropa, coches de bebé o casas: impulsados por la fuerza de su economía y la fortaleza del real, los brasileños hacen honra a su fama de consumistas y viajan y compran como nunca, con Estados Unidos y Francia entre sus destinos favoritos.

La creciente movilidad social de los brasileños -casi 30 millones accedieron a la clase media en los últimos 10 años-, el aumento de la renta y del crédito y bajo desempleo (5,2% en noviembre) han contribuido a viajes y gastos récord de los brasileños en el exterior.

Sus destinos favoritos: Estados Unidos (Florida y Nueva York), Buenos Aires y París, dijo a la AFP el director del Departamento de Estudios (Depes) del Ministerio de Turismo, José Francisco Salles Lopes.

En 2010, 1,1 millones de brasileños viajaron a Estados Unidos, 870.000 a Argentina y 384.000 a Francia. La lista de preferencias continúa con Portugal, Italia y España.

Y no sólo viajan, sino que también gastan, y vaya cómo.

Con 5.900 millones de dólares desembolsados en Estados Unidos en 2010, según el departamento de Comercio estadounidense, son los extranjeros que más gastan per cápita en el país, casi 5.000 dólares por persona.

"El brasileño gasta todo lo que tiene. Si tiene 5.000, gasta 5.000", explicó Salles.

El Banco Central estima que en 2011 los brasileños gastaron un récord de más de 20.000 millones de dólares en viajes internacionales, un 22% más que en 2010.

-- "¡Dame tres!" --
Sydney, un pediatra de Rio de Janeiro de 47 años que prefirió no dar su apellido para no tener problemas con la aduana, viaja a Estados Unidos unas dos veces por año y llegó esta semana de Boston, donde trajo más de 40 paquetes de artículos comprados por internet y enviados al hotel por su hija de 14 años.

"Dos iPods, un computador, ropa y tenis de marca, dos máquinas fotográficas; la comodidad de comprar así, la seguridad, la calidad, los precios, es imbatible. En Brasil todo cuesta el doble o el triple", dijo a la AFP.

Con fuertes cargas impositivas, una inflación aún elevada (+6,6%) y el alza de casi 40% del real en relación al dólar desde 2009, Brasil es un país caro.

Sydney también viajó en 2011 a Fort Lauderdale (Florida) y visitó un megashopping center invadido por brasileños.

"Me daba hasta vergüenza decir que era brasileño, mis compatriotas compraban por doquier, se probaban las camisas Armani y gritaban '¡No importa el talle ni el color, dame tres!'".

Las embarazadas brasileñas acomodadas también viajan en masa a Estados Unidos a comprar el ajuar del bebé.
Carlos Eduardo, un administrador de empresas carioca de 40 años cuya esposa aguarda un bebé para mayo, pasó la Navidad en Orlando haciendo compras para su futuro hijo, desde "ropa de bebé hasta los dos años" hasta "pomada para las paspaduras", y "todo por un tercio o un cuarto de lo que pagaría aquí".
Cada brasileño puede traer del exterior mercaderías por hasta 500 dólares sin pagar impuestos.

La disparada de los precios inmobiliarios en Brasil también ha llevado a los brasileños a comprar condominios de lujo en Miami, según agentes inmobiliarios locales.

En 2011, el pedido de visas para viajar a Estados Unidos aumentó 40%, y Washington anunció que duplicará la cantidad de funcionarios en Brasil para acelerar el trámite, que hoy demora unos 50 días. Este sábado, el consulado de Rio organiza un "Super sábado de visas" para otorgar 1.500 visados.

La industria comercial y turística estadounidense cabildea ante el Congreso para que los brasileños puedan entrar sin visa.

"Este era el sueño del brasileño y hoy son los estadounidenses quienes lo piden. Reconocen en el brasileño a un turista de calidad", estimó Salles.

-- Fiebre por París --
La élite brasileña siempre tuvo debilidad por París, varios brasileños tienen una segunda residencia en la capital francesa y cuando uno entra a librerías en Rio se topa con mesas enteras dedicadas a la Ciudad Luz.

"París es la ciudad más vendida cuando el viaje es a Europa", indicó Pablo Resende Torres, de CVC, la mayor operadora de viajes de Brasil, que ofrece un exitoso tour denominado "París para brasileños".

Los brasileños son la segunda nacionalidad extranjera que más visita el museo del Louvre, detrás de los estadounidenses, según cifras difundidas esta semana.

"Quien va a Miami, va a comprar electrodomésticos, pero a Europa los brasileños van a comprar marcas", dijo a la AFP Rejan Bruni, una bióloga de 53 años que vive en Rio y llegó hace un par de días de Europa.
"En Roma, había filas sólo de brasileños para comprar en Louis Vuitton", contó esta investigadora del Jardín Botánico.

AFP