Lo Último

.

.

jueves, 23 de junio de 2011

España se queda a medio camino

España demostró durante tres cuartos que tiene selección para pelearle la victoria a cualquiera. Así lo hizo ante la vigente campeona del Europeo, Francia, a la que tuteó y bloqueó ofensivamente hasta el último periodo, en el que se disipó todo lo hecho anteriormente con un parcial final demoledor (33-7). Derrota final (79-55) que deja a España lejos de los primeros puestos del grupo, lo que le enfrentaría a un rival a priori más complicado en caso de alcanzar los cuartos de final.

La primera mitad fue un resumen del titubeante discurrir de ambas selecciones en el Europeo hasta el momento. Francia y España pelearon en dudas, inseguridades y precipitaciones. Pese al dispendio de balones perdidos de las galas -14 al descanso-, lograron irse con ventaja a los vestuarios (30-27) debido a las dificultades en ataque del conjunto de José Ignacio Hernández, que emborronaba con el balón sus méritos sin él. Con Amaya Valdemoro de nuevo entre algodones y Alba Torrens sin acierto de cara al aro, España se quedó en un 36% de tiros de campo e inédita en los triples (cero de cinco).

Sin embargo, Torrens, la máxima anotadora del campeonato, salió decidida a hacer olvidar sus primeros 20 minutos y puso por delante a España con dos triples consecutivos. Momentos en los que Francia daba síntomas de preocupación, consciente de que Letonia y Montenegro había vuelto a ganar, ambas al frente del grupo con tres victorias en su haber, mientras que la perdedora del duelo contra España se quedaría con un único triunfo. El ataque de la selección funcionaba a ráfagas, pero en su propio campo lograba cerrarle todos los caminos a Francia, que acabó frustrada el tercer cuarto, con dos faltas consecutivas en ataque y dos puntos por detrás en el marcador (46-48). Poco ayudó Lyttle, cargada de faltas desde el principio, comedida después y poco atinada al final.

Pero el último periodo pareció sacado de otro partido que nada tenía que ver con lo sucedido anteriormente. Las jugadoras de la selección comenzaron a llegar tarde a las ayudas y a las basculaciones, lo que permitió un parcial de salida de 12-0 para Francia, muy cómoda cuando conseguía lanzamientos en suspensión. España, sin embargo, no pudo imitar tal mejoría y todos sus ataques parecían ser el último. Cinco minutos eternos sin anotar que Laia Palau rompió con un solitario tiro libre (60-49). No importó; Francia continuó encadenando triples y canastas como si se los hubiera estado guardando toda la noche, ante la impotencia y la casi incredulidad de la selección.

Un inmerecido mal sabor de boca final que España podrá aliviar en el próximo partido de la segunda fase, el viernes ante Letonia (15.30; Marca TV).

EL PAIS /EFE