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martes, 6 de septiembre de 2011

Astronautas preparan la EEI por si tienen que abandonarla en noviembre

EFE).- Los astronautas de la estación espacial estadounidense han comenzado algunas tareas para dejar la Estación Espacial Internacional (EEI) en las mejores condiciones en caso de que en noviembre tengan que abandonarla.

Los astronautas estadounidenses Mike Fossum y Ron Garan, dos de los seis miembros de la actual tripulación permanente del complejo espacial, indicaron en un encuentro con la prensa retransmitido por la NASA que todavía es pronto pero “hay mucho trabajo que hacer”.

El personal de tierra trabaja en los planes de contingencia en el caso de que la estación tuviera que operar sin tripulación un tiempo, después de que el fallo de un cohete ruso similar a los que impulsan las naves Soyuz -con las que se hacen los relevos de personal- haya obligado a detener los lanzamientos.

Los astronautas todavía no tienen instrucciones concretas pero han optado por adelantar trabajo con pequeños preparativos, como grabar en vídeo algunas de sus tareas para poner al día y formar rápidamente a la tripulación que volviera a poner en marcha la EEI.

“Los equipos en Houston están en las etapas preliminares de decidir todo, desde qué ventilación vamos a dejar funcionando, qué luces vamos a dejar encendidas, en qué condiciones quedará cada experimento, cada tanque, cada válvula, cada escotilla, hay mucho que hacer”, dijo el veterano Fossum.

El pasado 24 de agosto un carguero espacial no tripulado se estrelló poco después de su lanzamiento a causa de un fallo en el cohete propulsor Soyuz-U, el mismo que utilizan las naves Soyuz, las únicas con las que se pueden realizar los reemplazos de tripulación desde que EE.UU. retiró sus transbordadores espaciales.

Fossum señaló que todavía la NASA está trabajando con muchas hipótesis, aunque reconoció que el margen de tiempo no es mucho y detectar la causa “después de cientos de lanzamientos con éxito” no es tarea fácil.

“Una breve pausa no es un gran problema”, dijo Fossum, que señaló, no obstante, que cuanto más tiempo esté sin tripulación más probabilidades hay de que surja un problema. El peligro sería que fuera algo que requiriera presencia humana y continuara sin tripulación.

Este tipo de problemas sería, por ejemplo, si fallara -como sucedió el pasado año- una bomba del sistema de enfriamiento de la estación, que podrían hacer más vulnerable la EEI ante otros fallos.

Los astronautas se mostraron tranquilos y destacaron la labor de la EEI, un proyecto de 100.000 millones de dólares en el que trabajan 16 países, que acoge cientos de experimentos de ciencia, medicina, ingeniería y materiales que darán réditos en la Tierra.

El dinero invertido será devuelto multiplicado a la Tierra“, afirmó Garan, quien destacó que la EEI es un “bien global” que hay que mantener.

“La EEI es un lugar del que debemos sentirnos orgullosos”, subrayó Fossum, quien aseguró: “Si tenemos que cerrarla por un tiempo, la dejaremos lo mejor posible para que la próxima tripulación que venga sólo tenga que encender las luces y ponerla de nuevo a funcionar”