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martes, 28 de junio de 2011

El gobernador del Banco Central de Afganistán huye a Estados Unidos

El gobernador del Banco Central afgano, Abdul Qari Fitrat, ha huído del país por estimar que su vida corre peligro. El Gobierno afgano ha comunicado que está a la espera de que el funcionario presente su dimisión formal.

Waheed Omer, portavoz de la Presidencia, ha explicado que "se trata de una huida, no de una dimisión... los procedimientos formales no han sido respetados. No es ya el gobernador, es un gobernador a la fuga".

"Él nunca le comentó a nadie del Gobierno que su vida estaba en peligro", ha comunicado Omer sobre las presuntas amenazas a la vida del gobernador. Horas antes, el Departamento de Estado de EE UU, confirmaba que el gobernador, Abdul Qadir Fitrat, estaba en Washington.

La entidad bancaria comandada por Fitrat estuvo a punto de hundirse en septiembre de 2010, y más tarde las autoridades averiguaron que varios de sus accionistas se valieron de créditos fraudulentos para desviar a sus cuentas 850 millones de dólares y construir propiedades en Dubai.

Fitrat afirmó desde EEUU que el Gobierno afgano estaba obstruyendo sus esfuerzos para localizar a los responsables del fraude, y que había recibido amenazas de muerte tras señalar en el Parlamento afgano a algunos de quienes desataron la crisis.

Entre los accionistas del Banco de Kabul había un hermano de Hamid Karzai y otro del vicepresidente Mohamed Fahim, aunque ambos han negado tener relación alguna con el escándalo de la institución, que gestiona los salarios de la Policía y los profesores afganos.

A raíz del escándalo, que amenaza con desequilibrar el frágil sistema fiscal afgano, el Banco de Kabul fue puesto bajo control del Banco Central, y el Gobierno ha anunciado medidas contra los accionistas implicados en el fraude financiero.

Afganistán está negociando en la actualidad un paquete de ayudas por valor de decenas de millones de dólares con el Fondo Monetario Internaional, que ha exigido firmeza a las autoridades afganas para garantizar que no se repite un escándalo similar.

EL PAIS/AGENCIAS