La comisión encargada de establecer el nuevo sistema retributivo de los 630 diputados y 321 senadores italianos ha concluido sus trabajos sin llegar a una conclusión, por lo que vuelve a retrasarse el esperado método que consiga reducir el coste para las arcas públicas que suponen sus parlamentarios.La comisión presidida por Enrico Giovannini, presidente del Instituto Nacional de Estadística de Italia (Istat), publicó hoy su informe final, fruto de varios meses de trabajo, en el que se justifica la falta de conclusiones por varios motivos, entre ellos las "dificultades" en la recogida de datos.
"A pesar del intenso trabajo desarrollado en los meses pasados, las cláusulas establecidas por la ley, la heterogeneidad de las situaciones identificadas en otros países y las dificultades encontradas en la recogida de datos no han permitido a la comisión producir los resultados esperados", indica este grupo de trabajo en una nota.
Según la llamada "comisión Giovannini", solo en 9 de cada 30 casos analizados es posible establecer una "buena correspondencia" entre los sistemas de retribución italianos a reformar (entre ellos también los del Tribunal Constitucional) y los de los seis países europeos elegidos para establecer una comparación.
Y por ello dejan ahora en manos del Ejecutivo la decisión de qué hacer con esta comisión, si dejar en nada su cometido o continuar con su trabajo, caso en el que piden al nuevo Gobierno que les ofrezca una "orientación" y se nombren nuevos miembros.
Esta comisión comenzó a trabajar en septiembre pasado por decisión del anterior Gobierno, presidido por Silvio Berlusconi, quien la incluyó en uno de sus planes de ajuste del verano, pero cuando su sucesor, Mario Monti, llegó al poder en noviembre pasado aún no había ofrecido resultados.
Esto llevó al actual primer ministro tecnócrata a incluir una cláusula en su plan de ajuste de diciembre por la que si el último día del año pasado la comisión no había dado resultados, el Gobierno actuaría con una "medida de urgencia".
Los diputados y senadores consideraron esto como una injerencia del Gobierno en una prerrogativa exclusivamente suya, por lo que en el texto del plan de ajuste que fue aprobado por el Parlamento antes de Navidad no se incluyó esta cláusula, aunque los parlamentarios se comprometieron a acometer el ajuste de sus sueldos lo antes posible.
A finales de enero tanto la Cámara Alta como la Baja anunciaron una rebaja de las retribuciones de sus parlamentarios por la anulación de la contribución que hasta ahora hacían a un fondo de pensiones, llamado "vitalicio", que ha quedado ahora abolido.
En el caso de los senadores este cambio, que trae una rebaja del 13 % en su retribución bruta mensual, supondrá un ahorro al Estado de unos 6 millones de euros anuales, pero el dinero ahorrado por los diputados se decidió destinarlo a un fondo para eventualidades.
Hasta ahora, los senadores vienen cobrando 5.613,63 euros netos al mes, a los que hay que añadir algunas compensaciones extra como 3.500 euros mensuales en dietas, mientras que el sueldo neto de los diputados es de 5.246,97 euros, con otros pluses como hasta 3.995 euros trimestrales de gastos de transporte, unas cifras que los sitúan entre los mejores pagados de Europa.
EFE
