El ministro de Sanidad británico, Andrew
Lansley, dijo hoy que hasta la fecha no se han hallado "evidencias" que
justifiquen la retirada de las prótesis mamarias de la marca francesa
PIP.
Lansley declaró a la BBC que "la evidencia abrumadora continúa
respaldando el consejo dado previamente a las mujeres".
"No es
recomendable que de forma rutinaria las mujeres se retiren los implantes ya que
el riesgo asociado a una operación de este tipo sobrepasaría al beneficio de
quitarlos", agregó Lansley.
En 2010 las autoridades francesas detectaron
que esas prótesis estaban fabricadas con un gel de silicona diferente al
declarado y evaluado para obtener el certificado de comercialización en la Unión
Europea (UE).
En el Reino Unido la Agencia de Regulación de Productos de
Salud y Medicinas (MHRA, en inglés) indicó que el riesgo de que esos implantes
pudieran romperse era de un 1 %, en lugar del 5 % estimado por
Francia.
El pasado 21 de diciembre la MHRA anunció que no recomendaría su
retirada por no haber hallado pruebas de una relación de los implantes con un
tipo de cáncer.
El pasado sábado el Ejecutivo británico informó de que
evaluaría el riesgo de esos implantes tras haber recibido nuevos datos que no
habían sido comunicados a la MHRA.
El ministro de Sanidad indicó que
espera que a finales de semana los expertos puedan tener ya cifras fiables sobre
la calidad de los implantes.
En el Reino Unido se estima que unas 40.000
mujeres tienen prótesis de silicona de la marca Poly Implants Prothéses (PIP),
entre las que se incluyen cientos que se sometieron a cirugía de reconstrucción
del pecho mediante el Servicio de Sanidad Nacional (NHS).
EFE