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miércoles, 9 de noviembre de 2011

El riesgo de los "caramelos de varicela" para contagio

Para muchos padres ésta era una forma de proteger a sus niños y reducir el riesgo de adquirir la varicela en la adolescencia o la adultez cuando la enfermedad es mucho más grave.

En 1995 se hicieron disponibles en gran parte del mundo las vacunas contra esta infección causada por un virus altamente contagioso.

Niño comiendo piruletaY aunque las fiestas de varicela disminuyeron junto con las tasas de la infección hoy parece haber surgido otra tendencia: la de padres que son renuentes a aplicar a sus hijos la vacuna y prefieren que éstos se contagien de forma "natural".

Y para ello están recurriendo a la compra y venta en internet de caramelos contagiados con el virus.

Informes recientes hablan de una mujer en Tennessee, Estados Unidos, que anunciaba en internet la venta dulces contaminados con el virus para los padres que desearan exponer a sus hijos a la enfermedad.

El ministerio público estatal emitió una declaración cautelar recordando a la mujer que el envío de virus u otros patógenos por correo es un delito federal.

Pero incluso si no fuera ilegal, expresan los expertos en salud, este tipo de actividad es irresponsable y muy peligrosa.

Reticencia "incomprensible"

La vacuna de varicela está disponible en muchos países, incluidos Estados Unidos y varios de América Latina, como parte de los programas infantiles de vacunación.

En otros países, principalmente algunos desarrollados donde las tasas de varicela son muy bajas, la vacuna no está incluida en el calendario vacunal.

Tal como explica a BBC Mundo el doctor Julián de la Torre Cisneros, experto en enfermedades infecciosas del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba y miembro de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), la reticencia de los padres a vacunar a sus hijos "es incomprensible".

"Siempre una vacuna es algo que se ha estudiado tanto en términos de eficacia como de seguridad".

"Podría entender que en sitios donde la vacuna no está incluida en el calendario vacunal los padres prefieran que los niños pasen la varicela".

"Pero lo que no puedo comprender es que en un mundo en el que ya hay vacuna de varicela los padres tengan miedo de una vacuna bien estudiada y opten por exponer a los niños a una enfermedad que tiene complicaciones, morbilidad y mortalidad", agrega el investigador.
Esta morbilidad y mortalidad se han reducido drásticamente desde la introducción de la vacuna, pero aún sigue existiendo el riesgo de que la infección cause complicaciones como neumonitis o encefalitis.

La varicela es causada por el virus varicela-zóster que se contagia a través de la inhalación de partículas respiratorias en el aire emitidas por un individuo contagiado.

Las vesículas que causa la enfermedad en la piel también contienen virus por lo que el contagio también suele ocurrir por contacto directo.
La vacuna, que contiene un virus atenuado, no suele causar efectos secundarios o éstos suelen ser leves, como fiebre o picazón.

Y tal como señala el doctor de la Torre, no sólo es mucho más seguro recibir la vacuna que contagiarse de varicela de forma "natural", sino este contagio puede causar efectos serios para la salud, especialmente cuando se trata de productos "contagiados" comprados en internet.

"El riesgo principal es que no se sabe qué virus es ni qué cantidad de virus se está dando al niño" dice el infectólogo de la SEIMC.

"Tampoco se sabe qué resistencia pueden tener porque es algo que no está controlado. Esos padres se están exponiendo a pasar a sus hijos una enfermedad a partir de un foco de infección que no está controlado" agrega.

Tal como señala el experto, la vacuna de varicela contiene un virus, pero es un virus atenuado (debilitado) y que ha sido preparado para ser tanto eficaz como seguro.

"Por eso la idea de exponer voluntariamente a un niño a un patógeno altamente virulento como el de varicela que puede tener altos riesgos, en lugar de vacunarse, no tiene sentido", expresa el doctor de la Torre.

En países como el Reino Unido y España donde la vacuna de varicela no está incluida en el calendario vacunal, la estrategia es inmunizar a los niños de entre 10 y 14 años, antes de llegar a la adolescencia, si no han tenido la enfermedad.

BBC